Bajo nivel de jitter
Las extremidades de las fibras ópticas deben pulirse con precisión para evitar al máximo las reflexiones durante la transmisión de la luz. Además, el diámetro de la fibra óptica (1 milímetro, lo que es relativamente para el formato TOSlink) comporta reflexiones y desfases pronunciados para los diferentes haces luminosos. El resultado es una especie de fluctuación –el célebre “jitter”- que dificulta la detección de unos y ceros lógicos por el receptor. Cuanto más elevada sea la calidad de la fibra óptica, más débiles serán las reflexiones luminosas y más precisa la transmisión.